El silencio aun permea el entorno
aquí en esta trinchera a medio abandonar. No tanto un abandono por negligencia,
es porque ha sido un par de meses muy marcado por carencias físicas causadas
por mi genoma de dudosa procedencia y como bien quedó expuesto en la entrada
anterior pues no me deja en los mejores ánimos que digamos.
Todo ha estado en pausa en lo que
pongo algunas de esas cosas en un orden marginal y no me enorgullece en lo más mínimo,
he sentido la cabeza drenada de todo ímpetu con las cosas que me han pasado,
pero también por las que siguen apareciendo de vez en cuando, por lo que se ve
los malditos augurios que tanto temo siguen robándose el protagonismo.
Es como un desafortunado circulo
vicioso donde la moral se cae por cosas más allá de mi control así que descanso
un poco para reponerme pero sale otra cosa que vuelve a golpear la moral y hace
falta descansar más y así se va en espiral todo el asunto. No pretendo que sea
una excusa o una explicación porque también lo detesto y admito que es culpa mía,
pero es un efecto domino que invariablemente me arrastra a la fatiga mental de
la primer era y me deja inmóvil. Es difícil de describir porque solo con la
experiencia podrían dilucidarlo, pero por ningún motivo le deseo esto a nadie así
que mejor que se quede en la incógnita.
Todo este año ha estado marcado
por una legión interminable de todo tipo de interrupciones y desgraciadamente
no de las que puedo simplemente ignorar y hacerme a un lado, de un modo u otro
las cosas se acomodan para echar por la borda lo que tengo previsto y no puedo
hacer más que atenderlo a costillas del gran plan maestro. La irritación existencial
es casi palpable y lo peor es que no parece haber motivos para creer que el año
entrante será diferente. Si los augurios son indicio de algo, seguro se puede
poner muchísimo peor.
Desde el final de la primer era más
de una persona me ha dicho que me predispongo muy fácil a lo peor sin tener
evidencia concreta de ello, pero es muy difícil sacudirme la desconfianza y el
cinismo de encima después de haber pasado por toda esa porquería, ver que
fragmentos de ello se repiten desde la vieja era no hacen más que reforzar esa noción,
no tengo más que prepararme y menos cuando la evidencia de lo contrario
simplemente no hace su aparición.
Desgraciadamente para mí ni prepárame
es una opción ahora, solo quedan las interrupciones. Me podría ir en otra
tangente de quejas, pero en estos últimos días en lo que reflexiono este primer
año de la nueva era y el nuevo adiestramiento creo que hay algo más productivo
en las quejas si se miran desde otro ángulo.
Aunque he dicho que los augurios me
dan miedo, y no me queda duda que pueden ser avisos de algo más grande viniendo
en la distancia, creo que en realidad me estoy llevando la parte más ligera de
esa controversia. En el fondo he dicho que a esa gente se le avecina el
invierno y ni siquiera lo sospechan, yo por lo menos tengo como soportarlo,
ellos ni siquiera se lo imaginan. Ultimadamente se van a llevar el karma que
llevan debido desde hace años.
Lamento tener que ser muy vago y
ambiguo con eso, me gustaría ser más boquiflojo y abierto como solía serlo en
el antaño de la vieja era, pero esta vez es diferente, tal vez pueda abrirme en
el futuro al respecto, pero lo hago más que nada para evitar ponerles atención que
no merecen. Bien he dicho que su legado no merece persistir y he hecho de mi misión
matar a la maldita primer era, por como se ve a lo mejor ni si quiera tengo que
hacerlo yo, pero igual tengo trabajo por delante y ellos se van a comer un
madrazo que seguro les duele de aquí hasta la tumba. No que se los desee, pero
se lo ganan a pulso.
En lo que a ellos los persigue la sombra de las consecuencias, mucho de esta evaluación viene de una epifanía que me dio escuchando a los escarabajos de Liverpool. Durante la cúspide de la vieja era no podía yo siquiera tolerar una sola nota del grupo, no por odio, sino por lo simbólico, era sentir el filo de esa navaja pasándome por el lóbulo temporal constantemente y no tenía ganas de soportarlo más.
En estos últimos años de estar
juntos, el amor de mi vida ha expandido mi horizonte musical y me llevó a
retomar aquellos temas que dejé de escuchar por intolerancia. Me di cuenta de
dos cosas, lo primero es que puedo volver a escucharlas y agarrarles agrado,
pero lo más importante fue lo segundo: no me arrastra ningún recuerdo de la
vieja era.
Obvio no voy a insinuar esa
estupidez normoide ridícula mamerta de “hurr durr ya olvidé” porque eso es una contradicción
hipócrita en sí misma, a lo que me refiero es que escuchar esas tonadas no me
lleva de vuelta a ese malviaje emocional insoportable. Claro, va a sonar bien fácil
porque dirán “con pareja así cualquiera” pero no estoy tan seguro de eso, no
porque no le tenga un profundo amor a mi esposa, sino porque es indicio de algo
más profundo y personal. Es progreso.
Durante la vieja era yo di muchas
cosas por sentado y creí estar en un agujero del que nunca podría salir, a
partir de ahí todo serian repeticiones remixeadas de la primer era en un ciclo
recursivo de interminable pesar. Excepto que aquí estoy en la nueva era,
incapaz de volver a esa mierda, mierda que sin duda quiere arrastrarme ahí, pero
luchando porque no ocurra de nuevo.
En esta evaluación del año que
termina tal vez no haya hecho mucho y demasiada mierda se me atravesó como para
poder echarlo todo a andar como debiera, no pude cumplir objetivos personales según
mi estimación, pero sin lugar a dudas aprendí a hacer algo diferente esta vez.
No estoy donde quisiera, pero avancé. Es progreso.
Nunca antes en otro periodo de mi
existencia pude decir eso con certeza, si volver a escuchar esa música y por lo
menos aprender a tomar un lápiz son indicio de progreso, entonces es señal de
que la primer era no puede ir por mejor camino, ni mandado a hacer. Por ahí leí
que vivir es luchar y citando por ahí a un autor, si tuviera que elegir entre
el pesar y la nada, prefiero el pesar. No porque crea que solo estoy aquí sufriendo,
sino porque no me queda duda que esto seguirá siendo una lucha, pero viendo que
tiene resultados, prefiero seguir en ella a entregarme de lleno al vacío que tenía
antes de recuperar la chispa.
Esta nueva década y esta nueva
era abrieron con un auténtico mar de pendejada, pero incluso contra eso pude
producir resultados y si este es el silencio antes de la tormenta, entonces por
lo menos soy consciente de ello, no me va a tomar tan desprevenido como
pensaba. No sé si será un futuro brillante para el proyecto en los años
venideros, pero sigo terco aquí en esta lucha, incluso si solo se hacer una o
dos cosas más en el año entrante, solo serán más indicios de la próxima destrucción
absoluta de la primer era.
Espero que este año haya sido
mucho más llevadero para el resto de ustedes porque si me llovió huehuehue, si
no fue eso al menos espero no les haya ido igual que a mí. Lo que si les deseo
de igual modo es mucha fuerza para lo que tengan en mente y sobre todo para lo
que planeen el año entrante, a tooodos ustedes mis dos lectores y medio, y a EL
ZOMBIE solo me queda desearle nuevas y mejores medicinas para ver si ya se las
toma EN ESTE PINCHE INSTANTE (all me btw, mis clones btw, mis 3 VPN btw, mis
multicuentas btw, mis 3 servidores btw, todos son yo btw).
Eso es todo por ahora, cuídense mucho
y les deseo un feliz año nuevo.
Larga vida a la nueva era.