Las cosas no van bien.
Ya pensaba yo que era
extremadamente idealista de mi parte pensar que la silueta de alguna respuesta
se formaría entre la niebla de la incertidumbre que fueron esos augurios
pasados, ya tenia yo bien sabido que seria algo muy remoto, pero por lo menos
la esperanza es lo ultimo que muere. No pretendo decir que haya muerto en mí,
es solo que la otra predicción de lo que se augura está cada vez mas cerca de
cristalizarse en la realidad.
Hay algo en esos encuentros que
tengo con los responsables de la primer era, algo en el instinto siempre me
dice que no es así de fácil, no puede ser tranquilidad y mas nada, nunca lo ha
sido y no tiene porque serlo ahora. La primera impresión se queda conmigo, una
especie de apego por la ignorante inocencia de aquellos años cuando no podía
siquiera imaginar la realidad de las cosas, es un agradable confort aunque sea momentáneo,
ahí mismo está su maldición.
Cada que terminan esos momentos
vuelve a mi desde lo profundo esa horrible y asquerosa sensación tan propia de
aquellos años, la sensación de algo estando profundamente mal contrario a lo
que me dicen, la enloquecedora disonancia de creer en testimonios tan
contrarios a lo que mis ojos y oídos perciben, solo queda la prisión del miedo,
si no podía entender la situación ahí donde estaba mucho menos podría con las
consecuencias de meterle mano al asunto. Después de tantos años, ese ciclo
vuelve a repetirse.
Claro, la perspectiva es
diferente, ya se ver las cosa por como son, pero son esos augurios los que
siempre me persiguen, sin importar cuanto me alejo y sin importar cuanto nexo
quiero cortar de esa porquería siempre ando bajo la sombra de la primer era,
bajo la sombra de sus perpetradores, cuanto más peleo más fuerte quiere
arrastrarme de vuelta. Estoy peleando como puedo y con lo que me deja el día a día
pero esa mierda siempre encuentra otro lado por donde golpearme, siempre por
donde menos lo sospecho y por más que intento prepararme siempre es sin aviso.
Las alternativas y el tiempo se
me acaban rápido, los dados se mueven igual a la cima de la lista, pero esta
vez no es tan sencillo, no estoy apostando pequeñeces juveniles de aquel antaño
de la vieja era y es una apuesta que no va nada más por mí, si sale mal no la
paga nada mas yo y me niego a pensar que por mi va a sufrir la única que me
queda, si digo que la derrota será mía así debe serlo, solo mía. Si la mierda
de la primer era viene por mi entonces que solo termine conmigo, nadie mas debe
cargar con sus estupideces. He dicho que prefiero morir a darle tregua a la
primer era, pero igual prefiero la muerte que hacer a otros sufrir por lo que
yo cargo, esa es exactamente la pendejada que esos perpetradores pregonan y
llevan a cabo, no voy a caer tan bajo como para repetirlo, su legado no merece
persistir.
Todo intersecta siempre en el
peor momento, es como una maldición con consciencia, cada vez que las cosas
marchan como debieran tiene que venir a estropearlo todo, esa fatiga mental
vuelve junto con todos los recuerdos, estoy tan cansado y harto de ello, si no
fuera por como son las cosas me atrevería a decir que se ponen de acuerdo para
agarrarme saña.
Aquí sigo en esta trinchera que
no parece tener fin sin importar cuanto cavo y cuanto navego, empantanado bajo
la sombra de la primer era y sus restos, retrocediendo una o dos veces por cada
paso que tomo y aunque la determinación y la obstinación me tienen terco en
este estrago por salir de aquí, la moral no es la misma de antes.
Es ahí en la moral baja y en lo
negro de este agujero que mi mayor enojo, más que con la primer era, mas que
con sus malditos perpetradores, es conmigo mismo. Hay un recuerdo que siempre
vuelve a mí, una vez hace tantos años me hicieron una pregunta, una con la que
podía por fin externar la realidad, una con la cual exponer esa maldita
disonancia, era un boleto de salida seguro. Ahí donde estaba yo me ofrecieron
lo que tan desesperadamente necesitaba, solo tenia que tomarlo y listo, un
comienzo diferente.
Me negué. Lo dejé ir.
Suena mezquino decir que solo por
una cosa estoy tan molesto, pero es en realidad la culminación de toda mi
estupidez. A pesar de ver la disonancia, de percibir la realidad como era, no
hice nunca nada al respecto. Siempre fui un pusilánime, un cobarde miedoso,
siempre escondido, siempre aislado, siempre en silencio por temor y mas nada.
Estoy cubierto de esta mierda y cargo esa cicatriz no porque algo en lo
fortuito me atara las manos, es porque yo permití que ocurriera, y ahí donde me
dieron la solución casi llovida del cielo, lo que más quería yo para romper
esta cadena, volví a tener miedo, a quedarme callado, a dejar que ocurriera.
Me siento como un ancla, pegado
al piso e incapaz de moverme y todo es por culpa mía, por ser un pinche suave
cobarde sin agallas que dejó vivir a sus valientes como pendejo, por temor a un
par de mequetrefes igual de estúpidos y oportunistas. Me siento sucio, estoy
sucio y nada mas que por culpa mía, por dejar que ocurriera.
No puedo avanzar, no puedo hacer
viables las cosas, solo tengo tiempo prestado y las cosas decaen a mi
alrededor, puedo ganar la atrición de ese par infernal, pero no puedo con la
material, el hambre y el frio están mas cerca de lo que pensé y no puedo
compensarlo, no tengo como contribuir a ello y arrojar los dados deja la
garantía de hacerlos llegar mas rápido. No hay guía. No veo nada.
Si tan solo pudiera atarlos a
esta ancla, si tan solo pudiera arrastrarlos conmigo a su maldito abismo, si
tan solo por cuidar mi salud pudiera entregarme a odiarlos genuina e
intensamente, no merecen sus castillos en el cielo, no merecen vivir tranquilos,
ojala pudiera hacerlos sufrir. Los detesto tanto.
Esto no es por autocompasión, es
por enojo. Pude evitarlo, pero no lo hice. Intento ocuparme, pero no puedo
hacerlo. Quiero estar bien, pero mi cuerpo se opone. Quiero matar a la primer
era, pero se resiste ferozmente.
A pesar de todo ello, a pesar de
la moral baja y de la oscuridad de este agujero, aunque la trinchera parezca
interminable y la sombra de la primer era todo lo cubra, no importa. Supe que
no sería fácil y también fui estúpido creyendo que podía anticiparlo, pero al
menos me atuve a ello. Soy fiel a lo que dije y si es mi derrota, que sea mía,
no de esos imbéciles.
Si estoy viendo un posible final,
aunque sea uno por cómo están los ánimos ahora, no voy a darle tregua a esa
mierda. No voy a caer bajo sus términos, si voy rumbo al fracaso, voy a hacer
que les cueste. Si la primer era pretende enterrarme no lo hará sin que le deje
las más profundas cicatrices, se van a acordar de mí por todas las razones
equivocadas, les va a costar hasta lo que no tienen. Se les acabó su cobarde,
por lo mucho o lo poco que sea, por cuan cansado y frustrado esté, por muy baja
la moral, sigo determinado. Me van a arrancar esta chispa solamente cuando sea
un frio cadáver en el suelo y les va a costar lo que yo quiera, no lo que ellos
digan.
Es el silencio antes de la
tormenta y tengo mucho miedo, apenas y tengo para pensar en que sigue, pero de
esta casilla solo me muevo yo, nadie más lo hará por mi y no voy a permitir que
alguien lo haga. Voy a destruir a la primer era, así sea lo último que haga, así
muera en el intento. Sin concesiones.
Muerte eterna a la primer era.
Larga vida a la nueva era.